Diego Nieves: «A los ciezanos hay que felicitarlos porque en el municipio hay conservatorio, banda, joven orquesta… Hay un trabajo hecho por la música.»

Diego Nieves Molina toca la viola. Es murciano y actualmente ocupa una plaza como interino en la Orquesta Sinfónica de Euskadi.

Diego finalizó sus estudios de Máster en el Real Conservatorio de Bruselas. Además, ha colaborado con la Orquesta Nacional de Bélgica, la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, la Orquesta del Festival Musiq’3 de RTBF1, Les Symphonistes Européens y la Orquesta Universitaria de Murcia.

Recuerda la primera vez que te subiste a un escenario en Cieza, ¿podrías describir qué sensaciones te produjo?

Pues la primera vez que me subí a un escenario en Cieza fue durante los encuentros musicales que hacen en verano y, bueno… agosto, un calor de espanto… y recuerdo muchos nervios porque claro, tocabas delante de los compañeros, de los profesores, que son músicos y es un público exigente.

¿Cuál es tu unión emocional y relación con la música en nuestra localidad? Unido a esto, ¿qué destacarías del panorama cultural local y su música? Sin embargo, ¿consideras que se presta la suficiente atención a la música en Cieza? 

Pues la verdad es que yo creo que es una unión emocional fuerte, importante, por eso: porque para mí los cursos fueron muy importantes. Y bueno también tengo alguna que otra anécdota, que contó Javi Albarracín: la cuerda que se rompió en el Capitol tocando; entonces es una unión bastante fuerte sentimentalmente.

Y en cuanto a la segunda parte de la pregunta, la atención que recibe la música en Cieza, la verdad es que yo creo que a los ciezanos hay que felicitarlos porque en el municipio hay conservatorio, banda, joven orquesta… hay un trabajo hecho por la música. Eso tiene mucho mérito siendo un municipio pequeño. Pero precisamente por eso hay que estar atento porque es fácil que se se vayan cayendo cosas. 

La cantidad de músicos ciezanos repartidos por todo el territorio nacional e internacional en Conservatorios, Orquestas, etc. es elevado. ¿Por qué crees que no se valora en la localidad?

Bueno eso quizá sea el sambenito que llevamos todos los músicos… cuando uno se va fuera, salvo que se vaya a una orquesta que a la gente le suene (La Filarmónica de Berlín, la de RTVE…), que puede conocer la gente que no es músico, piensan que se va porque un músico al final tiene un oficio sin estabilidad y que tiene que ir trashumando por ahí para ganarse la vida.

¿Cuál crees que podría ser tu aportación a Cieza desde el punto de vista de tu formación musical? 

Yo estaría encantado de poder aportar a Cieza mi música. Sobre todo en el formato de la  música de cámara. Pienso que es muy beneficioso para el público, por un lado, porque no se suele tener tanta opción de música de cámara y es una oportunidad buena el poder escucharla en directo; también para los que organizan la vida cultural es cómodo porque es mucho más fácil mover un cuarteto, un quinteto, un trío que mover una orquesta entera o una banda entera, con coro… Y también desde el punto de vista del espacio es más fácil encontrar una sala donde se pueda hacer un concierto de música de cámara que si es para formaciones más grandes. Pienso que es muy interesante y yo estaría dispuesto a aportar eso.

¿Qué opinas sobre la devaluación que sufre nuestra profesión? ¿Qué explicarías a alguien que no ve la música como una carrera? ¿has vivido alguna situación embarazosa por ello?

Bueno, yo quiero creer que al ser una profesión minoritaria, la gente no la conoce y no sabe cómo vivimos, cómo desarrollamos nuestro trabajo y por esa ignorancia quizá es por lo que se considera como de segunda categoría o no se la valora como debería. Yo quiero creer que es por desconocimiento. De todas maneras, ya la impresión que he tenido tanto en Cieza como en otros pueblos y frente a las ciudades es que se valora más a los músicos porque las instituciones como la escuela de música o la banda suelen ser vertebradoras de la vida cultural del municipio y la gente le da más importancia quizá porque tienen una vivencia más cercana de la música a través de esas dos instituciones principalmente.

La música es un bien cultural imprescindible, ¿qué valor positivo consideras que aporta un músico a la sociedad?

Enfocándolo a los intérpretes, porque yo soy intérprete, lo que aportamos es el que exista música, el que se pueda tocar música y que siga existiendo. Igual que los actores dan vida al teatro, a las películas, a lo personajes… nosotros los intérpretes somos necesarios para dar vida a la música, para que pueda existir. 

Por último, ¿qué proyectos musicales tienes planeados para un futuro próximo? 

Ahora mismo a medio plazo estoy enfocado en preparar pruebas de orquesta (que, para los  que no sean músico, son como las oposiciones a una orquesta) porque es a lo que aspiro ahora mismo: a una plaza en una orquesta. Aunque no descarto si saliera alguna oportunidad de algún concierto de música de cámara. Pero bueno, habrá que ver también cómo salimos de esta situación  y el tema de los espectáculos como acaba adaptándose. 

¿Qué ocupación profesional desempeñas actualmente? ¿Cuánto tiempo dedicas a tu formación y/o estudio semanalmente? ¿qué problemática observas? 

Pues ahora mismo estoy cubriendo una plaza como interino en la Orquesta de Euskadi y bueno, digamos que en el trabajo de orquesta el cómputo que se hace es que un tercio de la jornada semanal de 40 horas es de estudio en casa. Pero bueno, al final es lo que necesites: si el repertorio es más exigente y necesitas estudiar más para ir más preparado a los ensayos, pues estudias más. Que bueno, no es solo estudiar el repertorio, es también hacer tus ejercicios de técnica y tus cosas para mantenerte.

¿Has pensado alguna vez en tirar la toalla, y dedicarte a otra cosa? 

Yo creo que eso es algo que todos los músicos nos hemos planteado alguna vez, porque como es un mundo bastante exigente, tenemos bajones en los que puedes pensar en dejarlo todo y hacer otra cosa. Pero yo en mi caso pienso que llevo ya tanto tiempo y tanto esfuerzo invertido en esto que hay que tirar para delante como sea. No dejo que me invadan esos pensamientos. 

¿Ha muerto la música clásica? 

No, no ha muerto. Otra cosa es que se la esté intentando matar. Pero yo pienso que no porque mientras haya gente, que todavía la hay, que la descubre (que no tenía acceso, que no la conocía que nunca había ido a un concierto) y le gusta, seguirá viviendo. Mientras en publicidad se siga usando música clásica que todo el mundo conoce, seguirá existiendo. Mientras la gente conozca el principio de la Quinta de Beethoven, seguirá existiendo. Mientras se use en bandas sonoras de películas, seguirá existiendo. Yo pienso que no, no ha muerto.

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